

“Valencia cuenta con una nueva y bella sala: la del cine Lys, en cuya pantalla panorámica se dan a conocer, por primera vez, las conquistas técnicas del Cinemascope y del sonido estereofónico a través de una película sometida a las exigencias espectaculares: La túnica sagrada” / Vicente Andrés Estellés. Almanaque Las Provincias para 1954.
Valencia ha conocido dos diferentes cines Lys, los dos han ocupado el mismo lugar y nombre, y entre ellos existen grandes diferencias: el primitivo fue durante muchos años la sala de cine más chic de toda la ciudad, y el actual, es la multisala con más pantallas y más práctico del centro de la capital.
El lugar que ocupa funcionó, a principios del siglo pasado, como el popular café Martí, que además de servir café y copas también fue centro de recreo y tertulia, así como sirvió de local para convites de bodas y comuniones de tal forma que sus promotores, los hermanos Martí, también decidieron instalar en el local vecino el Teatro Martí, especializado en comedias ligeras y divertidas.
El teatro Martí, tras numerosas tmporadas ofreciendo en sus escenarios espectáculos, también evolucionó y pasó a ser el famoso café-cabaret BA-TA-CLAN, refinado local donde se servían de todo lo que habían servido sus antecesores: café, copas, diversión, tertulias, entre otras cosas, y así se mantuvo hasta el año 1939, cuando dejó de ser negocio por circunstancias conocidas. Una vez cerrado y vaciado el cabaret, en ese mismo lugar se instaló el Frontón Chiqui, lugar donde se practicó este deporte hasta que en 1954, los hermanos Martí cedieron su estratégico espacio a dos emprendedores valencianos, Arturo Martínez Bort y José Bauxauli Ramón, que tenían intención de edificar un cine de estreno. Para ello, los nuevos empresarios, encargaron a dos acreditados arquitectos, José Luis Testor y Salvador Pascual, el proyecto de una sala de proyecciones a la altura capaz de ser la más distinguida de Valencia.
Al cine Lys se le cuidó extraordinariamente la decoración, que fue diseñada por Arturo Boix, el cual ya había decorado otros importantes cines: Capitol, Rex, Tyris, y en su día el Ateneo Mercantil. Todo el cine disponía de buenas butacas tapizadas con excelentes tejidos, las filas de butacas estaban tapizadas con excelentes tejidos, las filas de butaca estaban lo suficientemente separadas para el mayor confort. Los tres pasillos de la platea estaban alfombrados para evitar ruidos molestos. Las paredes forradas de telas vistosas y acolchadas para una mejor sonoridad.
El aforo total del Lys era de 1180 localidades, 840 en la platea y otras 340 de piso. El nuevo cine contaba con modernos equipos Western Electric, equipados con las nuevas lentes anamórficas que permitían proyectar el último adelanto cinematográfico, el cinemascope. El Lys fue el primer cine valenciano que ofreció cine en ese nuevo formato, que permitía ver las películas con un ancho dos veces superior a los anteriores, así como dos bandas sonoras separadas para proyectar sonido estereofónico. La pantalla de la nueva sala estaba equipada con el sistema Miracle-Mirror. Estaban tan orgullosos los propietarios de su nuevo cine que pensaron en ponerle el nombre Palacio de Luz y Sonido, pero les pareció muy largo y quedó, en principio, como cine Luz y Sonido hasta que por síntesis se quedó definitivamente con el nombre LYS.
Cine Lys se inauguró el Viernes 3 de Noviembre de 1954. La prensa de la ciudad recogió los acontecimientos que se celebraban ese día: “La puesta en marcha del nuevo cine Lys y la presentación del moderno sistema de proyección, el cinemascope, todo unido bajo un título inolvidable producido por 20th Century Fox ganadora de dos premios de los Oscar y un globo de Oro: La túnica sagrada, de Henry Koster.” Al acto asistieron destacadas personalidades de la vida de la ciudad. Se anunciaba en la publicidad ¡Relieve sonoro! ¡Pantalla Espejo Milagroso! El servicio de ambigú a cargo de Casa Balanza.
Llegó el 13 de Mayo de 1957 el estreno de una película española que logró en los Lys el mayor éxito cinematográfico hasta el momento, El último cuplé, de Juan de Orduña, con Sara Montiel en el papel principal. El último cuplé y Sara Montiel llenaban la sala del cine Lys a diario. Fue un fenómeno sociológico difícilmente repetible, es sabido que se organizaban caravanas desde diferentes lugares de la provincia para disfrutar de la película. El ensueño llegó cuando la famosa cantante, en persona, se presentó en el mismo Lys para recibir un homenaje de sus incondicionales espectadores. Fue tal el tumulto que se formó en la calle que la policía tuvo que acudir a gestionar la situación. El último cuplé permaneció en cartelera durante 24 semanas seguidas.
Una riada después y el traspaso de propietario, cine Lys hubo de cerrar por imperativo del fuego, ya que fue reducido a cenizas en el año 1989 por un incendio que se declaró varias horas después de finalizar al última sesión. En ella, varios centenares de espectadores pudieron ver la película recién estrenada de Mike Nichols: Armas de mujer.
Tras una gran polémica acerca de lo que albergaría próximamente el solar, por fin se decidió construir un edificio de nueva planta para dedicarlo totalmente a la exhibición cinematográfica. Fue inaugurado en 2001, y desde la fecha, el cine Lys disfruta de 14 pantallas. Sus actuales dueños han querido mantener el mismo nombre.
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